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Test rápido contra la Hepatitis C: Mendoza ya usa este método para estudios poblacionales
Se estima que en la Argentina hay más de 330 mil personas que contrajeron Hepatitis C pero no tienen diagnóstico clínico porque es una enfermedad que puede manifestarse luego de muchos años después de haber ingresado el virus al organismo. Por eso se la conoce como una afección silenciosa.
Para hacer una detección temprana de la enfermedad, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, (ANMAT) aprobó un test rápido, a través de una prueba de sangre, que arroja el resultado en el momento.
Para el sistema de salud de Mendoza esta técnica no es nueva ya que la viene implementando desde antes de la pandemia de coronavirus, en estudios masivos en hospitales públicos, espacios públicos y en el consultorio médico.
El Jefe del Laboratorio de Salud Pública, Carlos Espul, especificó que se trata de una prueba similar a la que se hace con el Covid-19 con una técnica distinta: “En la prueba de Covid-19, se determina la infección por la presencia de la proteína del coronavirus, mientras que en este vamos a encontrar los anticuerpos contra la hepatitis C”.
La hepatitis C es una infección vírica que causa inflamación del hígado, lo que a veces conduce a un daño hepático grave, que puede derivar en cirrosis o cáncer.
En qué consiste
“Este test, que es similar a uno que ya venimos usando en Mendoza, no es domiciliario. Es decir, lo debe practicar un profesional médico, a través de una simple punción en el dedo. De dar positivo se tiene que volver a practicar un nuevo estudio para confirmarlo”, detalló Espul.
Esta patología se transmite mediante el contacto de sangre contaminada. Las formas de contagio van desde la exposición a prácticas médicas inseguras, por ejemplo con instrumental odontológico sin asepsia, transfusiones no analizadas, uso de drogas inyectables y prácticas sexuales que involucran contacto con sangre, entre las formas principales.
Frente a la generalización de los estrictos protocolos de esterilización en la práctica médica y sumando el factor de que en la provincia el uso de drogas intravenosas no es poco frecuente, hay una baja incidencia de la Hepatitis C en la provincia.
Sin embargo, desde el sistema sanitario se llamó a prestar atención a la hora de hacerse un tatuaje, o a una perforación, exigiendo las buenas prácticas para evitar la transmisión de esta enfermedad.
Testeos masivos
El especialista comentó que antes de la pandemia en Mendoza se comenzó a emplear los test rápidos para hacer estudios poblacionales, tomando por ejemplo el grupo etario.
“Hemos hecho estas pruebas en el Hospital Central, en la peatonal para hacer la vigilancia de la evolución de la Hepatitis. Como es una enfermedad curable, buscamos llegar a tiempo para que el paciente pueda hacer un tratamiento y superarla”, recalcó en la charla con Los Andes.
La recomendación es que en algún momento de la vida de las personas se realice el test, ya que es muy común haber pasado por una transfusión o haber pasado por una cirugía, por ejemplo.
La analítica se solicita en un conjunto de estudios de rutina que puede requerir el médico de cabecera.
Meta de la OMS
Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un alerta por la aparición de un brote de hepatitis en Europa, en niños menores de 10 años, busca erradicar los tipos B y C como un problema de la Salud Pública hacia el 2030.
Las hepatitis B y C afectan a unos 500 millones de personas en todo el mundo y causan alrededor de 1,5 millones de muertes al año.
Se dice que una de cada tres personas ha estado expuesta a uno o a ambos virus, mientras que la mayoría de las personas infectadas con el virus no lo saben.
La OMS insiste en que la erradicación es posible, por ser una afección tratable y, en el caso de la hepatitis C, curable.
Tipos de Hepatitis
Hepatitis A: se contrae al consumir alimentos y bebidas contaminados con las heces de una persona infectada, y es más común en los países en los que el saneamiento es deficiente.
La hepatitis A suele desaparecer al cabo de unos meses, aunque también puede llegar a agravarse el cuadro y llegar a riesgo vida. No hay tratamiento específico.
Hepatitis B: es ocasionada por el virus de la hepatitis B, que se transmite a través de la sangre de una persona infectada. La forma más común de transmisión es de madre a hijo en la gestación.
Hepatitis C: se contagia por contacto de sangre a sangre con una persona infectada. Las malas prácticas sanitarias y las inyecciones médicas inseguras son la principal forma de contagio. Se la llama “silenciosa” porque no presenta una sintomatología de alerta, hasta muy avanzada la dolencia.
Hepatitis D: afecta a las personas que ya se contagiaron de la hepatitis B, ya que necesita el virus de la hepatitis B para poder sobrevivir en el organismo. Suele transmitirse por contacto sanguíneo o sexual.
La infección a largo plazo por la hepatitis D y la hepatitis B puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas graves, como la cirrosis y el cáncer de hígado.