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Su casa explotó cuando tenía tres años pero seis meses después volvió a caminar: la increíble historia de Tahiel


Link [2022-04-21 02:34:24]



Un nene de tres sufrió un terrible accidente cuando cenaba junto a su familia en su casa de Cipolletti, Río Negro. La casa explotó y el pequeño Tahiel resultó con el 60% de su cuerpo quemado.

Debido a la explosión una mujer de 47 años, allegada a la familia, falleció. Pero el chico, contra todos los pronósticos, sobrevivió y en los últimos días comenzó a caminar.

El hecho ocurrió en agosto del 2021. La familia de Tahiel y amigos habían terminado de cenar unas pizzas cuando se dieron cuenta que una de las motos estacionadas en el garaje estaba goteando combustible.

En agosto de 2021 una vivienda de Neuquén explotó por la perdida de combustible de una moto. Tahiel y su familia estaban en el lugar y resultaron gravemente heridos. (LM Neuquén /)

“Cuando nos dimos cuenta, ya era tarde. Todo pasó en unos segundos”, contó Diego Albornoz a Todo Noticias. Los peritos determinaron que la acumulación de gases que provenían del tanque de nafta provocó la explosión.

Además, como era pleno invierno en el lugar también había una estufa que propagó el fuego. En medio del infierno, Tahiel salió entre las motos envuelto en llamas.

“Era como una antorcha. Desde el cuello para abajo, se había prendido todo. Gritaba ‘¡Papá! ¡Papá! Imaginate la desesperación”, contó Diego Albornoz.

Una allegada a la familia sufrió quemaduras en el 40% del cuerpo. El fuego le afectó las vías respiratorias y murió tras 20 días de agonía en la terapia intensiva del hospital de Cipolletti. Tenía 47 años.

Los padres de Tahiel también resultaron heridos. Diego resbaló con el líquido en el suelo y sufrió quemaduras de tercer grado en la espalda y los brazos. Yisel, la madre, tenía las manos ardidas.

Tahiel fue trasladado al hospital Lima, en la vecina ciudad de General Roca. Su estado era tan crítico que, por la noche, los médicos concluyeron que debía ser trasladado de urgencia en un vuelo sanitario al hospital Garrahan en la Ciudad de Buenos Aires.

Como Diego y Yisel también estaban internados, Julieta (21), una prima de Tahiel, se ofreció a viajar con él. “Antes del viaje llegué a verlo todo vendado. No se veía ninguna parte de su cuerpito. Esa sensación de no saber qué había debajo de la venda era terrible”, dijo Diego. “Antes de que lo durmieran me decía ‘papá, vamos a casa’. Estaba tan quemado que ya ni sentía dolor”, agregó.

Cuando Julieta llegó a Buenos Aires uno de los médicos le dio un muy mal diagnóstico: “No sé para qué viniste. Este nene no sale. Deciles a sus papás que se preparen”.

Sin embargo, el chico se recuperó y el 29 de septiembre pasado despertó. “Le colocaron injertos en la cara, espalda, pecho, piernas. Perdió parte de una orejita. Pero con tiempo, amor, paciencia y fe, las heridas fueron cicatrizando”, señala el papá.

Finalmente, el 20 de diciembre, Tahiel fue dado de alta y el 25 de ese mes volvieron a su casa. El 8 de febrero viajó nuevamente a Buenos Aires porque la piel de sus piernas se había contraído tanto que le impedía caminar. En una cirugía rápida le colocaron nuevos injertos y el nene recobró su movilidad.

Por estos días Tahiel usa un traje y una máscara de acrílico para equilibrar la presión de la piel nueva. Tras meses de recuperación se largó a caminar sin andador.

Tres veces por semana visita el hospital de Allen para hacer sesiones de kinesiología, y todos los miércoles asiste al hospital de Cipolletti, donde cumple con el monitoreo de su evolución clínica.



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