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A 205 años de la batalla decisiva: Chacabuco, hechos y escenarios


Link [2022-02-12 06:33:12]



El 12 de febrero de 1817, en los campos de Chacabuco, Los Andes, comenzaba un nuevo período en el mapa geopolítico del mundo. Fue el comienzo de la independencia de Chile, Argentina y toda la América hispana. La batalla se llevó a cabo cuando habían transcurrido cinco años desde que San Martín saliera de Londres, junto a Zapiola y Alvear, rumbo al incierto destino de libertad de su patria.

En Chile, el poder independentista estaba dividido y hasta enfrentado. La diferencia personal más evidentes fue la de los hermanos Juan José, José Miguel y Javiera Carrera y Bernardo de O´Higgins, hijo de Ambrosio O´Higgins, virrey del Perú en 1795.

La junta de gobierno que surgió del cabildo abierto quedó dividida en 2 sectores de poder: los reformistas que luchaban por la autonomía, pero subordinados a España y los revolucionarios que pretendían la independencia total. Entre estos últimos estaba O´Higgins que apenas llegó de Inglaterra se puso al servicio de Martínez de Rosas y su partido criollo.

En agosto de 1814 fuerzas militares al mando de José Miguel Carrera se enfrentaron en los llanos de Maipo con las de O’Higgins. Carrera se había hecho nombrar presidente de la Junta Provisional de Gobierno y asumió con plenos poderes, disolviendo el Congreso Nacional. Grandes diferencias los separaban, aunque ambos luchaban contra los españoles.

Las tropas realistas reagrupadas, al mando de Osorio aprovechan para sitiar a las de O´Higgins en Rancagua, mientras las tropas al mando de José Miguel Carrera huyeron del campo de batalla. O’Higgins rompe el cerco y emprende el éxodo protegido por una división argentina al mando del general Las Heras, rumbo a Mendoza. El mismo camino tiene que tomar la familia Carrera.

El gobierno de Chile queda nuevamente en manos de los realistas españoles, gobernando el capitán general Marcó del Pont. El general San Martín personalmente se encarga de los emigrados y se traslada hacia la cordillera a su encuentro con mulas de silla, alimentos, abrigos y todo tipo de asistencia.

Apenas llega a Mendoza, José M. Carrera pretende arrebatarle el poder a San Martín. Este lo toma prisionero y lo envía con sus soldados a Buenos Aires, quedando solo O’Higgins y la tropa leal para colaborar e integrar el Ejército de Los Andes. Cuando nuestro ejército parte hacia Chile, tropas de Portugal y Brasil ocuparon Montevideo. José Artigas había sido vencido. El clima de inestabilidad aumenta en el Río de La Plata.

La Liga Federal o de Los Pueblos Libres estaba definitivamente enfrentada con las Provincias Unidas. San Martín respondía a estas últimas, pero también simpatizaba con Artigas. Intenta darles la espalda a los conflictos situados en el Río de la Plata y también a los del Norte, pero no puede; se marcha a Chile sumamente preocupado por los problemas políticos de su patria que a pesar de haberse declarado formalmente la Independencia comenzaba a descuartizarse poco a poco: la Banda Oriental, el Paraguay y el Alto Perú se desprendían de las Provincias Unidas.

San Martín parte de El Plumerillo el 19 de enero de 1817, lleva 5.423 hombres, 10.000 mulas de transportes y 1.600 caballos de combate. Los soldados, mulatos y esclavos libertos, totalizaban 3.800. Se agregaron 308 patriotas chilenos, soldado refugiados en Mendoza después de Rancagua. Los 1.500 restantes fueron milicianos que servían para transportar las municiones, los víveres y artillería. En Canota se separaron dos grandes columnas, una que cruzaría por San Juan, Paso de los Patos, estuvo dirigido por el General Soler y al mando del mismo San Martín que viajaba con O´Higgins en la reserva, a una jornada de distancia. La otra, estuvo al mando de Gregorio de las Heras y cruzó por Uspallata.

Después de veinte días de viaje, haciendo un promedio de 28 km por día se encontraron en Curimon, Aconcagua, el 9 de febrero de 1817. Marcó del Pont esperaba al ejército patriótico más al sur, dentro de las posibilidades era la cosa más factible ya que la cordillera es de baja altura. San Martín decidió atacar a las 2 de la mañana. A la luz de la luna avanzaron por la izquierda O’Higgins, por la derecha Soler. Marcó del Pont ubicó sus tropas sobre la “Cuesta Vieja”, mientras esperaba refuerzos desde Santiago. El coronel Zapiola, dirigiendo los batallones de Granaderos, persiguió la vanguardia realista mientras huían hacia el sur por una quebrada.

Luego la división comandada por O’Higgins descargó la artillería con furia sin esperar la acción de Soler que tenía que atacar, cuando lo ordenara San Martín, por el flanco derecho. Deseoso de ser él quien liquidara al enemigo, puso en riesgo la contienda al no combatir siguiendo las instructivas dadas por San Martín. El general chileno contaba con 900 soldados y los infantes españoles eran más de 1.200. De cualquier manera, en un momento de mucho riesgo para las tropas patrióticas, San Martín envía a su asistente Álvarez Condarco hasta donde se hallaba el general Soler para informarle que atacara con toda la fusilería por el flanco derecho en un lugar llamado la “Cuesta Nueva”. Era las 12 del día 12. Esta acción de pinza fue una medida clave y fundamental para lo que vendría después. Finalmente, con la participación heroica de Zapiola, Conde, Cramer, Necochea, Alvarado y los Granaderos de Escalada, después de 12 horas de combate, a la una y media de la tarde se decidió la suerte de los patriotas argentino-chilenos, en el valle de Chacabuco.

Las pérdidas de los realistas fueron 600 muertos y 600 prisioneros, las del Ejercito de los Andes, 12 muertos y 12 heridos. La liberación de la España monárquica había comenzado…

*El autor es Médico psiquiatra, psicoanalista y escritor.



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