Muristek
El secreto es que no hay secreto. La habilidad natural no es suficiente en ninguna actividad, sea música, escultura, pintura, matemáticas, deporte, literatura, danza, sin una entrega absoluta. A veces es común escuchar que para alcanzar el éxito se requieren 999 gramos de esfuerzo por uno de inspiración. En la competencia directa a veces ni eso es suficiente. Un solo parpadeo en la lucha puede conducir a la derrota. La victoria es multifactorial.
En el deporte, la actuación del individuo es reflejo del método de entrenamiento en relación con su habilidad natural, sumada a la técnica, la táctica. Con frecuencia flota la pregunta de por qué los negros correlones del Valle del Rift, kenianos y etíopes, eclipsan a sus adversarios. La respuesta proyecta diversos enfoques. A veces no es tan sencillo explicar por qué los primeros brillan en pruebas que comprenden de los 800 m al maratón y al steeplechase, y los segundos sobresalen en los 5 y los 10,000 metros lisos. El miércoles 20 se cumplieron tres meses del fallecimiento del inglés John Velzian, el arquitecto del atletismo keniano.
Velzian falleció unos días después de cumplir 93 años. Llegó a Nairobi en los albores de la década de los 60 y, tras la independencia de Kenia, en 1963, decidió quedarse al detectar la mina de oro. A la fecha, Kenia ha conquistado 35 medallas de oro olímpicas, 42 de plata y 36 de bronce, de las cuales 34-41-31 pertenecen al atletismo y 1-1-5, al boxeo. En los resultados de atletismo, además de la creatividad de Velzian, han contribuido enormemente los conocimientos de los entrenadores locales Mike Kosgei, el célebre Kipchoge Keino —vencedor de Jim Ryun en los 1,500 m, en los Juegos Olímpicos de México 68, punto detonante del atletismo keniano—, Patrick Sang y otros.
Se asegura que la primera carrera rápida de Keino fue a los 10 años al ver, cuando se dirigía a la escuela, cómo un leopardo devoraba a una cabra. El primer atleta keniano que ganó una presea olímpica fue Wilson Kiprugut, que en suajili significa hijo de la pobreza. El entorno, las costumbres, la altura del Valle del Rift, que enriquece sus organismos en más de seis millones de hematíes por mm cúbico, los glóbulos rojos son los transportadores del oxígeno en la sangre, en la alimentación, los cuerpos, poco peso —50 kilogramos los hombres, 45 las mujeres—, elásticos y delgados, de piernas delgadas; la sencillez y humildad de los grandes astros, por ejemplo, Eliud Kipchoge, bicampeón olímpico de maratón y plusmarquista mundial, que destinan parte de sus ganancias a sus familiares y donan buena cantidad de sus premios económicos a la construcción de escuelas, hogares de huérfanos, fundaciones, que combinan con un inmenso afán de superación. Se sabe que los kenianos entrenan cerca de 20 formas de fartlek, juego de velocidad en terreno ondulado. Practican desde antes que aparezca el Sol más de 200 km a la semana durante once meses, año tras año.
Columnista: Arturo XicoténcatlImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0