Muristek
En el Antiguo Ayuntamiento se comenta que el recorte que los diputados de Morena harán mañana al Instituto Electoral de la CDMX, fue consensuado con los propios consejeros, quienes aceptaron que les mocharan cinco unidades técnicas.
Por orden de la 4T, los morenos y sus aliados subirán mañana a tribuna la iniciativa para descuartizar al árbitro electoral de la capital, a fin de correr a más de 100 trabajadores y ahorrar alrededor de 50 millones de pesos.
Como no les aumentaron el presupuesto para este año, los consejeros locales dijeron que, si no se deshacen de algunas áreas, se quedarían sin dinero para el pago de prerrogativas a los partidos políticos, tal como ocurrió el año pasado.
Dicen que el Instituto sólo tiene garantizadas las respectivas partidas hasta septiembre próximo, y tan tan.
Por esa razón, los consejeros pactaron con el gobierno capitalino para que, a través de sus diputados, decreten la desaparición de cinco unidades administrativas, que ni siquiera están en manos de la consejera presidenta, Patricia Avendaño.
Aprovechando el viaje, en el Zócalo eligieron las áreas a desparecer que casualmente están en manos de la oposición. Es una gran oportunidad de quitárselas, lo cual por supuesto les dolerá mucho a sus adversarios.
Lo más grave es que el gobierno de la CDMX incluirá la Unidad de Fiscalización como una de las áreas que serán finiquitadas, pues casualmente es la que más les estorba, porque cada rato les levanta sanciones por transas.
Y es que esa Unidad se encarga de cuidarles las manos a los funcionarios públicos, a fin de que no le claven las uñas al presupuesto, en busca de promoción personal o de sus propios partidos.
Los morenos quieren un árbitro sin tarjetas y sin silbato, para que no los puedan amonestar, y menos expulsar, aunque cometan cualquier tipo de faltas.
A pesar de que ya fue pactado el adelgazamiento del IECDMX, y de que los diputados de la 4T sólo necesitan de una mayoría simple —la mitad más uno—, que sin problema completan con sus rémoras de siempre, la batalla de mañana luce para ser épica.
En primer lugar, porque otra de las áreas contra las que irán en Donceles es la Unidad de Género y Derechos Humanos, protegida, incluso por la Constitución local. Desparecerla iría en contra de la Carta Magna de la ciudad, lo que abre la puerta a la vía jurídica.
Eso sin contar el costo político que el oficialismo tendría que pagar, pues seguramente los activistas no se quedarán de brazos cruzados, y en una de esas arman buen jaleo callejero.
Y a todo esto, es ilógico que un Congreso sea el que decida qué áreas deben desaparecer y cuáles no, en un órgano autónomo.
Es como si los diputados les dijeran a las secretarías del gobierno qué áreas eliminar por cuestión presupuestal. Total, si lo que quieren es ahorrar 50 millones de pesos, pues que los cedan los propios partidos o las áreas no vitales de la administración.
Por lo pronto, el propio IECDMX pone su cabeza en la guillotina para que lo decapiten.
CENTAVITOS
Para que se les pasara un poco el coraje, en la sesión de ayer de Donceles los diputados fueron agasajados con una botanita saludable de frutas frescas, a cuenta del área de Servicios Parlamentarios. A todos les cayó por sorpresa el detalle, pues desde la Legislatura pasada se suspendió este servicio, que incluía no solamente tentempiés, sino comidas completas para que los legisladores no se desmayaran de hambre en las sesiones. Buen detalle.
Columnista: Adrián RuedaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0