Muristek
A esta administración se le podrá criticar por su actuación en varios temas de salud, pero no por beneficiar a la industria tabacalera, que en otras administraciones federales ha tenido muchos privilegios que no sonaban lógicos, sino monetarios.
Ni en la celebración del Día Mundial de la Salud ni en el festejo de los médicos se vio sonreír tanto al presidente Andrés Manuel López Obrador como ayer, cuando firmó un decreto que no sólo prohíbe la importación y exportación, sino ahora también la circulación y comercialización de los nuevos productos de tabaco conocidos como vapeadores y cigarrillos electrónicos. Igual y la sonrisa permanente fue por el premio que le entregó el mismísimo director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, por su contribución para el control mundial del tabaco.
Y no es para menos, el reconocimiento marca el retorno de México en la lucha contra el tabaquismo y vuelve a ubicar a nuestro país en la vanguardia en este rubro. Cosa nomás de recordar que durante tres sexenios prácticamente se frenaron las reformas y las políticas públicas que pudieran afectar a la industria tabacalera. En esta administración, en coordinación con el Congreso, se endureció la Ley General para el Control del Tabaco, al establecer más restricciones a la publicidad, propaganda y patrocinio, así como la creación de ambientes libres de humo en todo el país.
Y miren que meterse con una industria tan poderosa no es cosa fácil. Cuestión de ver las divisiones que se dieron en el gabinete, donde al propio Presidente le metieron un autogol el año pasado desde la Consejería Jurídica y de la Secretaría de Economía, al avalar medidas para permitir la importación y comercialización de vapeadores. Medida revertida por el Presidente en cuanto se dio cuenta del autogol desde esas dos áreas de su gobierno. De ese tamaño de infiltración es el poder de la industria tabacalera.
ABATELENGUAS
Diversos sectores de la industria farmacéutica se quejan de que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) no les han pagado los medicamentos que ya entregaron o suelen tener retrasos considerables en sus pagos. Por eso llamó la atención que durante la cuarta reunión que tuvieron estos dos organismos, el viernes pasado, para informar sobre el abastecimiento de medicamentos e insumos del segundo semestre de 2022, Juan Antonio Ferrer, director general del Insabi, asegurara que se cuenta con los recursos disponibles y que se garantiza al 100% el pago a los proveedores y fabricantes de medicinas e insumos médicos. Habrá que ver si es así.
De esa reunión también llamó la atención que, si bien la UNOPS es la que debería hacer el mayor número de compras de medicinas e insumos médicos, porque el gobierno para eso la contrato, resulta, de acuerdo a lo declarado por Ferrer, que el Insabi adquirió para este 2022 mil 412 claves, mientras que la UNOPS sólo 576. Es decir, el grueso de la compra la sigue haciendo el gobierno de México y no la UNOPS, a la que le pagan para eso.
BAJO EL MICROSCOPIO
La falta de médicos generales y especialistas es un problema que se arrastra cada sexenio. Las cifras oficiales que ayer dieron las autoridades de salud son de preocupación: hay un déficit de 154 mil 780 médicos especialistas y 33 mil 832 médicos generales. Del mapa de México, Guerrero apenas cuenta con una tasa de 37 médicos especialistas por cien mil habitantes, contra 358.2 de la Ciudad de México, tan sólo por poner un ejemplo.
Para nadie es sorpresa que los estados de Guerrero, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Michoacán tengan de un 38 hasta un 55% de vacantes de médicos y médicos especialistas.
Está bien que la 4T tome este tema y busque llevar a las zonas rurales e indígenas a los médicos y que quiera reforzar la presencia médica en zonas urbanas donde también hay carencias del personal, pero es necesario que lo hagan bien. Han dicho que el dinero no debe ser la excusa para no hacer lo que se tiene que hacer en salud, pero, en la práctica, eso no parece ser lo que están haciendo, porque deberían mejorar las prestaciones económicas y, sobre todo, darle a este gremio seguridad de permanencia. Eso haría que hubiese un mayor interés en dichas convocatorias laborales.
Columnista: Ruth RodríguezImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0