Muristek
Otro de los tópicos que abordamos en la reciente reunión académica que celebramos con la Universidad de Oxford y la UNAM, fue el asunto de la objeción de conciencia de una institución completa frente a eventos médicos.
Existen diversos autores que han defendido una posición a favor de que las instituciones se puedan manifestar como objetoras de conciencia, los argumentos giran en torno a que existe la posibilidad de que todos los propietarios y quienes practican la medicina en dichos nosocomios pueden compartir alguna religión que implique dificultades para aceptar algún procedimiento, como el aborto.
En México, existen muchos hospitales, propiedad de órdenes religiosas, que marcan como norma interna la imposibilidad para efectuar esterilizaciones o abortos.
La pregunta, entonces, es si existe el derecho y la posibilidad de que la institución se manifieste como objetora bajo esas circunstancias.
Mi postura personal es que no puede ni debe haber instituciones objetoras por el simple hecho de que los hospitales no tienen conciencia; ésa es una característica de las personas, y en caso de que se asocie un grupo con la misma ideología, debe decidir qué calidad de atención médica quieren otorgar; es decir, para hablar de calidad de la atención médica, debemos mencionar necesariamente la integralidad en cuanto a la cantidad de las intervenciones que abarca la especialidad.
Si bien es cierto que sería imposible ofrecer todas las intervenciones de cualquier especialidad, sí podemos hablar de la mayor cantidad de las intervenciones cotidianas, demandadas y posibles.
En el momento en el que se ofrezca en un servicio de ginecología y obstetricia un número limitado, adicionalmente por razones ideológicas de los propietarios del nosocomio, pienso que eso significa un detrimento de la calidad, que debería hacer pensar a los dueños en dedicar la institución a alguna otra especialidad acerca de la cual carezcan de objeciones, con el objetivo de no afectar la calidad ni los derechos humanos de las mujeres que pueden necesitar de alguna intervención específica.
Bajo mi punto de vista, que, debo decir, es compartido por muchos otros profesionales de la medicina, todos los hospitales deberían contar con profesionales de varias posturas ideológicas, de forma que se le puedan brindar servicios con calidad y calidez a todas las mujeres, hablando de la especialidad en obstetricia.
De esa manera se respetarán los derechos, tanto de las mujeres para solicitar los servicios que a su juicio son los razonables, como los de los profesionales de la medicina que tendrían la prerrogativa de escoger el tipo de intervenciones que están dispuestos a efectuar.
Por lo pronto, nuestros mediocres gobiernos locales y federales en México se ven francamente lejos de propiciar y participar en un debate de buen nivel con capacidad para arribar a reglamentaciones sensatas, racionales e incluyentes. Como que no ven y no oyen lo que no les conviene en términos electorales.
Columnista: Raymundo Canales de la FuenteImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0