Muristek
El control territorial de grupos criminales en México es tan descarado que hasta instalan retenes a la misma hora que el Presidente supervisa obras de infraestructura en la región. Eso sucedió el pasado fin de semana en Bacoragua, poblado del municipio de Badiraguato, Sinaloa, donde detuvieron a un convoy de periodistas que cubrían la gira presidencial.
Por fortuna, sólo revisaron que no tuvieran armas, preguntaron si traían apagadas las cámaras y les permitieron continuar con su camino y su trabajo. Si López Obrador no sufrió ese percance fue porque se trasladó en helicóptero.
Después minimizaría el hecho, así como el uso de uniformes propios del ejército, diciendo que “no pasa nada”, que eso sucede también en otras zonas del país, mencionando en particular a Jalisco, como si la aceptación del gobernante de que se trata de una práctica común en muchos lugares del territorio nacional y que es llevada a cabo por distintos grupos criminales debiera tranquilizarnos. Exasperado por la insistencia de los reporteros, terminó afirmando una obviedad fuera de lugar: “No soy Felipe Calderón”.
La referencia al expresidente fue aclarada por él mismo en la mañanera del lunes. Aunque Genaro García Luna no ha sido sentenciado y jurídicamente goza de presunción de inocencia, para el mandatario su detención y proceso prueban la colusión de aquella administración con el cártel que domina esa región. Eso y su cuestionamiento a la guerra declarada contra el narco fueron, según explicó, los motivos del extraño deslinde, aunque ninguno de los periodistas que lo interrogaron en Sinaloa sugirieron en sus preguntas que él tuviera algún acuerdo con quienes montaron el retén para evitar el paso de gente armada hacia donde él se encontraba. Explicación no pedida...
Expertos han señalado los saldos negativos del escalamiento en la confrontación militar con los cárteles ocurrida hace tres lustros, pero eso es una cosa y otra irse al extremo opuesto, dejando a los criminales apropiarse de amplios territorios frente a la negligencia del Estado que olvida que su tarea irrenunciable es proteger la vida, integridad y propiedades de los habitantes a lo largo y ancho del país. Al fortalecerse, las organizaciones delincuenciales se diversifican y someten a poblaciones enteras a su arbitrio. No es casual que las desapariciones y la trata de personas estén al alza.
Cada día se corrobora que los saltos cuantitativo y cualitativo en la militarización, ordenados por López Obrador, no responden a una estrategia de seguridad, sino a la reconfiguración del régimen político. Pretenden que las Fuerzas Armadas sean pilar del sistema de hegemonía de un solo partido que tratan de restaurar. Por eso las empoderaron en múltiples ámbitos.
Las elecciones son ostensible prioridad del gobierno y los tiene sin cuidado vulnerar cínicamente la neutralidad institucional a la que están obligados. No sólo es la impúdica cargada de gobernadores y secretarios de Estado a las campañas oficialistas, la titular de Economía, Tatiana Clouthier, no tuvo empacho en convocar a un encuentro de empresarios con la candidata de Morena en Aguascalientes.
Declaró el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas que no veía proyecto en lo que llaman Cuarta Transformación. Pero sí lo hay, aunque carezca de modelo de nación y de las políticas públicas necesarias para llevarlo a cabo. El proyecto es el poder: concentrarlo, ampliarlo y conservarlo.
¿Para qué combatir al crimen si los verdaderos enemigos del régimen que se interponen en la consecución de sus propósitos son, por distintas razones, opositores, disidentes, periodistas independientes, activistas, organizaciones de la sociedad civil, etc? Y no se diga si opera comicios a su favor, contribuyendo a los triunfos que necesitan para regresar al país monocromático.
El domingo habrán elecciones en seis estados. Uno de ellos, Durango, cuya sierra se encuentra en el Triángulo Dorado que el Presidente propone rebautizar y donde, en la parte de Sinaloa, detuvieron a los periodistas. Si se repite el fenómeno de 2021 y las organizaciones criminales inciden en los resultados, entonces la pregunta será ineludible: ¿cómo evitar que el narco elija al próximo Presidente?
Columnista: Fernando BelaunzaránImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0