Muristek
JUAN CARLOS TALAVERA
“Los seres humanos no somos ángeles. Yo no soy un ángel, pero intento ser una persona razonable, al menos lo suficientemente razonable. Pero dentro de mí hay furia, dolor y deseo de venganza; y quien no haya sentido ese deseo, no es una persona, sino una máquina o un mentiroso”.
Así lo afirma el escritor Javier Cercas (España, 1962), quien publica El castillo de Barbazul, una intriga sobre violencia sexual contra las mujeres, donde se mezcla el abuso de poder, la impunidad y la venganza, para cerrar la trilogía de novela negra que inició con Terra Alta (Premio Planeta, 2019) e Independencia, y donde el expolicía Melchor Marín se convierte en bibliotecario y ubica a Rafael Mattson, un multimillonario que organiza fiestas con políticos, jueces y empresarios, donde abusa de jovencitas.
“Todos llevamos dentro eso que encarna Melchor Marín, esa furia que Georges Bataille llamó la zona maldita, esa bestia encerrada en una cárcel, que si abre la puerta y sale a la vida social, se vuelve invivible y nos transforma en salvajes”, abunda el también autor de Soldados de Salamina.
Para Cercas, la literatura es el lugar del mal, el sitio donde podemos expresar el lado oscuro y los deseos más destructivos.
Un problema central en esta trilogía, abunda Cercas, es la impunidad. Sin embargo, aclara que siempre han existido los depredadores sexuales y los que abusan de su poder y viven impunes.
“Eso sucede desde que el mundo es mundo y lo único que ocurre es que en los últimos años hemos descubierto una cosa que se llama democracia, que sirve para limitar la impunidad y gracias a ese instrumento algunos de ellos, como Harvey Weinstein o Epstein, quienes han respondido por sus crímenes y abusos”, y como aparece Rafael Mattson en esta novela.
Cercas coincide en que la justicia es el eje central de esta trilogía, aunque no aporta alguna solución definitiva.
“Lo que hacemos los novelistas es formular preguntas de la manera más compleja, pero es importante no contestarlas, al menos no de manera clara, unívoca y taxativa. Nuestras respuestas siempre son ambiguas, contradictorias, poliédricas y tornasoladas, ya que en el fondo la respuesta es la búsqueda de esa solución”.
En el caso de El castillo de Barbazul hay una pregunta latente, advierte Cercas: ¿es legítima la venganza cuando la justicia no nos hace justicia? “Ésa sería la pregunta y podríamos plantear en países donde el grado de impunidad es alto, como en México, pero en cualquier lugar se da”.
Y Cercas responde: “la venganza es inadmisible y la justicia tiene sus formas, sus tiempos y, a veces, permite la impunidad. Sin embargo, la literatura, antes que nada, es un placer, como el sexo; y también una forma de conocimiento, como el sexo. Y por eso, cuando alguien me dice que no les gusta leer, lo único que se me ocurre es darle el pésame o acompañarle en el sentimiento de que no sabe lo que se está perdiendo”, explica.
Así que esta novela pone en cuestión las certezas más arraigadas de la humanidad para sacarnos de nuestras casillas y obligarnos a empatizar con personas con ideologías, hechos y actitudes que en la vida cotidiana nos repugnan, como sucede con Ricardo III, de William Shakespeare o Raskólnikov en Crimen y Castigo.
Y al ocupar los zapatos de esos seres oscuros, señala Cercas, los lectores pueden alcanzar eso que Aristóteles llamaba catarsis. “Catarsis significa purificación, así que nos purificamos de esa zona de sombra y de la oscuridad que todos llevamos dentro.
“En el fondo, lo que hace la literatura es crearle problemas al lector para desasosegarlo. ¿Qué haría yo si un gran hijo de la gran puta como (Rafael) Mattson le hiciera a mi hija lo mismo que a Cosette (hija de Melchor Marín)?”, plantea.
Sin embargo, aclara que la novela no es una apología de la venganza, ni de la justicia por mano propia. “Eso sería un gravísimo error, lo que quiero plantear es esta serie de problemas al lector y formularle las pregunta para desasosegarlo y sacarlo de su zona de confort”, concluye.
TÍTULO: El castillo de Barbazul AUTOR: Javier Cercas Editorial: Tusquets, México, 2022; 397 pp. Contenidos Relacionados: Álvaro Uribe, el autor secreto de la prosa; el escritor y editor falleció a los 68 años