Muristek
Lamentablemente, el equipo representativo de Tampico-Madero, en la Liga de Expansión, se ha tenido que mudar de ciudad. La principal razón esgrimida por el equipo, propiedad de Grupo Orlegi, es que el estadio de esa ciudad, que es propiedad del Sindicato Petrolero, se está, literalmente, cayendo. Recinto deportivo que en tiempos de la riqueza del oro negro y con La Quina, Joaquín Hernández Galicia, personaje de la historia sindical y petrolera, que ahora resulta anecdótico, así como su sucesor, Chava Barragán Camacho, los billetes, literalmente, inundaban esa ciudad, y ya ni hablar de la propia jaiba brava, que podía contratar a grandes talentos, dejando páginas imborrables de nuestro balompié. Los locales en Tampico y Ciudad Madero recuerdan al propio Barragán Camacho, literalmente, aventando a las tribunas fajos de billetes, tiempos del despilfarro a manos llenas, nada diferente a lo que ahora sucede, sólo que ahora ya no apoyan al futbol ni al beisbol, como lo hacían La Quina o Chava, insisto, personajes de la mitología petrolera, dignos de una serie de ciencia ficción.
La falta de interés de los empresarios locales, el estadio en ruinas y con la urgente necesidad de una gran inversión para darle viabilidad y seguridad, orillaron al grupo que preside Alejandro Irarragorri, a emigrar a una de las ciudades turísticas de nuestro país que mayor crecimiento ha tenido en tiempos recientes, La Paz, Baja California Sur, que seguramente les ha ofrecido muchas mejores condiciones económicas y de infraestructura. Lo lamento por los fieles aficionados del puerto petrolero, pero la situación era inviable, económica y deportivamente hablando.
Para poder aspirar a ascender, la Liga BBVA_Mx solicita una serie de requisitos de infraestructura, así como de garantías financieras y de muchos otros factores que, me parece, en una ciudad turística como La Paz no se reúnen, pues es una ciudad de apenas un cuarto de millón de habitantes, aunque con una muy importante derrama económica por el turismo, así como una creciente inversión de nuestros paisanos y vecinos del norte.
Cambiando de tema, resulta imposible de creer lo que acontece con el América, ahora dirigidos por Fernando Ortiz, así como las Chivas, con Ricardo Cadena. De estar fuera de la fiesta final del balompié mexicano, ahora se han metido de lleno, como si fueran tocados por una varita mágica, insisto, parece muy difícil creer que los cesados Santiago Solari, por los de Coapa, y Marcelo Michel, por los tapatíos, fueran tan malos entrenadores o que los interinos sean unas lumbreras de la dirección técnica.
Así nuestro fut…
Columnista: Pablo CarrilloImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0