Muristek
Por Maximiliano Reyes Zúñiga*
Desde finales de 2019, sostenía que era el momento inequívoco para renovar y profundizar la relación binacional y promover la aspiración compartida de reconstruir la integración latinoamericana.
Hoy resulta claro que hay iniciativas que demuestran con claridad cómo hemos avanzado en favor de ese propósito. Podemos afirmar que nos encontramos en uno de los mejores momentos en 133 años de relaciones diplomáticas.
México fue el primer país que visitó el presidente electo Alberto Fernández, quien además fue el primer mandatario extranjero en participar como invitado de honor en los eventos conmemorativos de 2021. En una operación de proporciones históricas, de manera coordinada, rescatamos al presidente Evo Morales en Bolivia en 2019. Durante la pandemia, desarrollamos una cadena productiva para la vacuna AstraZeneca que ha beneficiado a la región entera y, además, trabajamos de la mano durante la Presidencia mexicana de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), misma que en enero de este año se entregó, precisamente, a Argentina.
Hoy recibimos al canciller argentino, Santiago Cafiero; se trata de su primera visita a nuestro país desde que asumió el cargo. Los respectivos equipos negocian lo que será la nueva hoja de ruta 2022-2023 para el fortalecimiento de los vínculos bilaterales, que priorizará acciones a mediano y largo plazo para ampliar y diversificar la colaboración en ámbitos políticos, educativos, de cooperación y comerciales. Nuestro objetivo es dar resultados en cada actividad comprometida.
Destacan también iniciativas en materia de asistencia humanitaria recíproca, cooperación entre academias diplomáticas y la realización de la Semana de Argentina en el Complejo Cultural Los Pinos y la Semana de México en el Centro Cultural Kirchner.
Naturalmente, los temas económicos y comerciales ocupan un espacio relevante en la agenda, motivo por el cual se avanzó en cupos en importación de productos alimenticios como el frijol negro y en automóviles.
Lo anterior se suma a la libre importación, de manera temporal, de diversos productos agroalimentarios argentinos que podrían entrar al mercado mexicano y así ayudar a combatir la inflación de acuerdo con el Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic) de México. Los dos gobiernos tenemos claridad en que el comercio, el fomento industrial y el empleo son clave para cumplir los propósitos sociales que cada uno se ha propuesto.
Impulsaremos igualmente una agenda internacional común. Para citar un ejemplo, ambos tenemos reservas de litio, el llamado “oro blanco”, componente esencial para la industria de baterías automotrices y de dispositivos electrónicos. No sólo es importante, sino necesario, contar con el apoyo de todos los productores latinoamericanos de este recurso para tener una posición común —basada en el diálogo y cooperación— que nos permita negociar desde condiciones de ventaja, particularmente en esta coyuntura en la cual diversas crisis internacionales han impulsado la demanda global de recursos. Otro caso es la posición común en torno a la Cumbre de las Américas; hemos dejado en claro que no estamos en favor de exclusiones de ningún tipo.
Auguramos vientos favorables para esta relación austral. Coincidimos en la necesidad de cimentar lazos estructurales firmes que garanticen la continuidad de los proyectos bilaterales al margen de cualquier vaivén político.
*Subsecretario para América Latina y el Caribe de la SRE.
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