Las reacciones violentas que provocó en la “central lechera de la prensa madrileña” (me disculpo,
pero no me puedo resistir a utilizar un término tan gráfico) la frustrada incorporación de Mbappé a la casa blanca, son directamente proporcionales a la imprudencia y la soberbia con la que ellos mismos manejaron por mucho tiempo la información en torno a la llegada del jugador galo.
Reconociendo que el prestigio que otorga triunfar en el Real Madrid difícilmente pueda ser equiparado en otra institución, pensar que Kylian con la decisión de no llegar a Chamartín no sólo se convirtió en mercenario, sino que, además, hipotecó para siempre la posibilidad de erigirse en el nuevo rey indiscutible de la pelota, es una mirada carente de objetividad y teñida de madridismo. Aunque no lo crean, hay vida fuera del Madrid.
Diego se recibió de Maradona en México, pero sus logros en el Napoli, un humilde equipo del sur de Italia en tiempos del Milán de Berlusconi, lo envolvieron de épica alimentando su leyenda. Son tan incomparables aquel Napoli con el PSG, como Diego con Mbappé, pero es probable que el crack francés tenga una historia personal más rica para escribir desde París que desde el Madrid, un club con una historia tan gigante que su prestigio nunca podrá ser equiparado con la grandeza de un jugador.
Es llamativo escuchar cómo algunos románticos selectivos —según el contexto y la situación— manifiestan que “el Madrid es víctima de los petrodólares de un club Estado”. ¿Atropellado por capital la institución que hace varios lustros, en su era galáctica, desató una inflación sin precedentes en el mercado de fichajes? ¿El mismo que dinamitó hace un año la UEFA promoviendo un torneo europeo que hubiera hundido a los clubes pequeños y tiene presupuestados para las reformas del Bernabéu más de 800 millones de euros?
El desafío más grande del Madrid es futbolístico, no económico. Mbappé ha venido condicionando hace tiempo su planificación deportiva, lo que ahora se convierte en un problema. Haber desistido en la puja por Haaland es un buen ejemplo. ¿Repetirá Karim la temporada actual? ¿Rodry llegó para quedarse? Si Vini mantiene el nivel, quizá en unos meses nadie se acuerde de Kylian, pero, sin dudas, su llegada hubiese dado un salto de calidad definitivo dentro de la LIGA. Su renovación con el PSG es una magnífica noticia para el Barça y el Atleti.
En Europa podrán de nuevo perder con el Sheriff, pero, a la hora de la verdad, le duela a quien le duela, el Madrid será siempre el Madrid.
Columnista: Sebastián LuriImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 02024-09-22 04:36:43