Muristek
El gobierno federal ha autorizado violentar políticamente a sus opositores, incluso ciudadanos, tras ser vencido su proyecto eléctrico. Pero con ello desvía la atención sobre una crisis humanitaria que amerita preguntar ¿dónde están las mujeres, niñas y niños, ciudadano Presidente?
El partido gobernante va perdiendo el control de la narrativa de las múltiples crisis que no puede resolver, al menos en el tema de violencia y violaciones sistemáticas de derechos humanos, porque no tiene el propósito de desafiar al crimen organizado, lo que pronto recibirá una dura reacción de Estados Unidos.
Preguntaría a padres y madres del país si hoy la preocupación de que sus hijas e hijos no regresen a casa es mayor o no, y si le confiarían la seguridad de ellos a quien dirige la Presidencia.
El Inegi nos responde, en su encuesta nacional de Seguridad Pública Urbana de marzo, que el 66.2% de la población a partir de los 18 años considera que vivir en su ciudad es inseguro por la delincuencia.
Resalta la inseguridad que perciben las personas en el transporte público, lo que abarca al grueso de la población. El 35.2% de ésta considera que la delincuencia seguirá igual de mal en los próximos 12 meses, y el 25% piensa que empeorará.
El gobierno no reconoce que la desaparición de mujeres, niñas y niños es de una dimensión nunca vista en México y no tiene la intención de invertir esfuerzos en resolverlo. Su prioridad es mantener el poder. Así que será la decisión de aceptar, callarse, llorar en la soledad o movilizarse por las vías cívicas para que rectifique.
Los colectivos de búsqueda de desaparecidos no pueden estar en el abandono. Si es necesario crear una comisión de la verdad con participación internacional, debe hacerse.
Tras el informe sobre México del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, la Red por los Derechos de la Infancia en el país (Redim) calificó de crisis de proporciones epidémicas la desaparición de niñas, niños y adolescentes, lo que implica la violación de sus derechos humanos.
Expuso que, desde el inicio del actual gobierno, “19,445 niñas, niños y adolescentes han sido registrados como desaparecidos; de éstos, 5,102 continúan desaparecidos (24.30%), siendo 2,232 mujeres y 1,797 hombres.
“Las mujeres representan 55.26% de los casos. Las restantes 12,581 personas de 0 a 17 años fueron localizadas, aunque 0.92% de estas desapariciones (116 casos) correspondió a niñas, niños y adolescentes hallados sin vida”, concluye Redim.
Por supuesto que no se omite la mención de que estas desapariciones aumentaron desde la llamada “guerra contra el narcotráfico” del calderonismo. Pero la constante es que los principales actores persisten: el crimen y las Fuerzas Armadas, como dice la ONU.
¿Dónde están nuestros niños y niñas, Presidente? Él descalifica el reporte de la ONU porque lo exhibe al mundo como un político omiso y con un país lleno de fosas clandestinas.
La Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola) advierte que la justicia en México ha fallado desde que las autoridades desconocen las desapariciones y se resisten a investigarlas como crímenes.
Subraya que resolver casos es crucial para descubrir el destino y el paradero de los desaparecidos, mapear patrones y enjuiciar a las redes de perpetradores, todo lo cual es clave para prevenir futuras desapariciones, que deben tratarse como delitos.
La Secretaría de Seguridad federal reconoce que en estos cuatro meses 748 mujeres han desparecido; 46% en el Edomex, CDMX y Morelos. En 2021, 621 personas fueron víctimas de trata; más de la mitad eran menores de edad y 69% mujeres.
Columnista: Jorge CamargoImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0