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La investidura presidencial


Link [2022-06-11 15:27:50]



En esta vida hacer el ridículo es gratis.

               Héctor Ponce Sánchez

 

Durante la Edad Media, largo periodo histórico del año 476 a 1492, la “Investidura” era el acto mediante el cual el señor feudal entregaba a su vasallo tierra, espada y título de reconocimiento, también fue la facultad del papa (Gregorio VII) para otorgar la condición clerical y religiosa. lo que ocasionó la guerra de las querellas, pues Enrique IV y otros príncipes alemanes, consideraban disminuido su poder al carecer de la facultad de realizar tales investiduras.

El conflicto duró varios años y concluyó con la expedición del Concordato de Worms en 1122, ratificado por el Concilio Ecuménico de Letrán, con el acuerdo del Papa y el Imperio, reservando para el primero el poder eclesiástico para la investidura clerical y, al poder feudal, el otorgamiento de la investidura civil con tierras y otras atribuciones.

Actualmente, la “Investidura”, en general, se refiere a la titularidad que recibe un funcionario público para ejercer facultades y atribuciones que le concede la ley suprema. En nuestro caso, la “investidura presidencial” le es entregada por el presidente saliente al presidente electo, quien las recibe y jura cumplir y hacer cumplir la Constitución general y las leyes que de ella emanan, mediante una ceremonia en la sede del Poder Legislativo, el cual finalizado el presidente entra inmediatamente en funciones.

Esta transmisión de la investidura implica una conducta irreprochable desde el primer momento de quien la detenta, ajustando no sólo su proceder a la Constitución y leyes en vigor, también a comportarse de manera ética, digna y no ridiculizar esta importante figura con actos impropios, pueriles o exabruptos, alejados del pundonor, honorabilidad y personería que obliga el mandato recibido de la ciudadanía.

La titularidad del Poder Ejecutivo federal en México se ejerce por el Presidente, quien reúne atribuciones y obligaciones como jefe de Estado, jefe de gobierno y comandante supremo de las Fuerzas Armadas, por lo que cada acto que ejerce debe llevarse a cabo dentro del marco constitucional, las leyes que de ella emanan y las obligaciones internacionales adoptadas por el país, con la dignidad y entereza que exige el mandato popular.

Es el caso que, al margen de conductas cotidianas que ridiculizan y atacan a personas físicas y morales que no coinciden con la opinión presidencial, conculcan la libertad y los derechos de dichas personas, la desastrosa gobernanza ha sumido al país en una crisis de salud, inseguridad, con una débil economía con crecimiento nulo, un entorno ecológico lesionado y una democracia afectada por decisiones unilaterales, caprichosas y arrebatadas, que exhiben al país en escenarios internacionales como un Estado fallido.

La gran contradicción radica que mientras el Presidente pide respeto a su investidura, él mismo la degrada con actitudes de mala gobernanza, con políticas interiores estériles que no benefician en nada al país y exhibiéndose como un narcogobierno.

Al solidarizarse con dictaduras que violan cotidianamente los derechos humanos y practican políticas contra toda la normatividad democrática, pone en tela de juicio a nuestro país ante la opinión internacional con el consecuente detrimento de la investidura presidencial.

Su inasistencia como jefe de gobierno a la Cumbre de las Américas incumple con el compromiso contenido en la Carta Democrática aprobada en la tercera cumbre por todos los gobiernos de promover y defender la democracia.

Difícil tarea del canciller Ebrard, quien busca mantener el equilibrio y la imagen de México en esta cumbre. Su propuesta: “El actual sistema interamericano debe reformularse”, es acertada, pero sería más contundente si hubiese sido formulada por el jefe del Estado mexicano.

Columnista: Federico Ponce RojasImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0

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