En 2019 se creó la Guardia Nacional, junto con su ley reglamentaria. Fue conformada con elementos de la Policía Federal, Policía Militar y Policía Naval, con la consigna de responder a la disciplina militar en lo que respecta a su régimen interno, pero bajo parámetros de conducción civil en su desempeño.
Hoy, a tres años de su conformación, el mando civil le ha quedado a deber a la GN y a todo el país; una corporación tan importante no puede ser dirigida con ocurrencias.
La GN cuenta actualmente con 239 cuarteles en todo el país y alcanza un estado de fuerza de alrededor de 118 mil elementos, de los cuales, más de 105 mil pertenecen a la fuerza operativa y se tiene previsto que para finales de este 2022 alcance un total de 128 mil 233 efectivos.
Al mando del general Luis Rodríguez Bucio, la GN ha logrado su profesionalismo y tiene en capacitación a casi 17 mil 500 elementos; también, un grupo de élite es entrenado en cursos de laboratorios clandestinos y drogas sintéticas, impartidos por la Policía Nacional de Italia.
Pese a este adiestramiento de primer nivel, el gobierno federal no ha sabido aprovechar la oportunidad y brindar a la ciudadanía el resguardo de su seguridad ni de combatir la delincuencia.
Este mando civil, que recae en la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y del subsecretario Ricardo Mejía Berdeja, es el que formula la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, de ahí que ambos funcionarios son parte, si no es que impulsores, de la polémica estrategia de “abrazos, no balazos”, cuyos resultados son más que nulos, aun cuando el Presidente insista en que ha dado resultados positivos.
Las consecuencias saltan a la vista, más de 121 mil homicidios dolosos en lo que va de esta administración; secuestros y extorsiones en los sectores productivos, derivado de la improvisación de los mandos civiles.
La violencia no sólo no se detiene, crece cada día, lo mismo que la impunidad y el cinismo de los narcotraficantes, esos que, con saña y lujo de violencia, asesinan a guardias nacionales, a militares y policías, sabedores de que no hay nadie que les ponga un freno.
Por la presión social, el Ejecutivo pretende incorporar la GN al Ejército, donde siempre debió permanecer. De aprobarse, se podrían reorientar sus objetivos y acciones, con una nueva estrategia, más seria y acorde a las necesidades de seguridad y paz que exige el país.
El problema radica en que es necesario convencer a la oposición, pero ésta debe comprender que la GN funcionaría mucho mejor en manos del Ejército y recibiendo órdenes directas del secretario de la Defensa.
Lamentamos mucho la masacre en Texas, la mayoría de los muertos era de ascendencia mexicana. En México, las masacres son el pan de cada día, no hay que olvidar la del pasado martes en Celaya, Guanajuato.
En materia de seguridad, coinciden en algo los gobiernos de México y de EU: se debe frenar la compraventa de armas, pero sus fabricantes y la corrupción de jueces y aduanas son factores para que eso no ocurra. Hoy, cualquier menor tiene más facilidades para comprar un rifle de asalto AR-15 que una cerveza.
El martes 24 fue el segundo día más violento en lo que va del sexenio, con 118 asesinatos, el primero fue el 1 de diciembre de 2019, con 127 crímenes. La SS, de Rosa Icela, sigue sin hacer nada.
Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch presumieron que la CDMX es más segura que Nueva York, pero crímenes como el de la colonia Roma y el cobro de piso en toda la ciudad dicen lo contrario, por eso crece el rumor de que renunciará como jefa de Gobierno.
Al carajo. La expresión del Presidente fue primero hacia los opositores a la contratación de médicos cubanos, ahora es a los trabajadores de Pemex. ¿Y cuándo en contra de la delincuencia?
DE IMAGINARIA
Exitoso operativo del EM, la GN y la FGR al decomisar 250 kilos de cocaína y vehículos en Allende, NL.
Columnista: Miguel Ángel Godínez GarcíaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 02024-09-21 17:53:13