Muristek
#PrimeraNETA
Hay ejemplos cuya contundencia no puede encontrar una contraparte, pero además son más comunes de lo que debieran, de lo que creemos; suelen ser penosos e injustos, casi ilícitos, absolutamente parciales, y para los más sensatos, incomprensibles. Van envueltitos, la mayoría de las veces, en un tufo de intereses económicos, en donde las instituciones son lo menos importante. El futbol mexicano es una fuente inagotable de estos tristes y torcidos ejemplos.
Muchos temas de esta vida se rigen por los números; por suerte, son los menos importantes, por ejemplo, el futbol. Vayamos a los números de los ejemplos incontestables, corruptos y descompuestos. Hablemos primero de Luis Reyes: campeón del futbol mexicano; lateral por izquierda y hoy, convertido en volante incansable, creativo en extinción y con destellos de delantero matón. Ustari no me dejará mentir; Riestra, menos... El bicampeonato confirmaría mi dicho. Mil 487 minutos jugados, de mil 530 que se han jugado en 17 jornadas; ciento por ciento de los minutos jugados en liguilla; dos goles y una asistencia. Mención honorífica.
#SegundaNETA
En otro carril corre Diego Lainez, uno más glamuroso, pero menos eficiente, uno que pronto se olvidará, el de las publicaciones pagadas en redes sociales. Lainez no publica sus grandes jugadas ni sus participaciones en la liga española; hoy Diego promociona galletas:
“Ahora, con Gamesa, tú también puedes ser parte del equipo perfecto como yo, participa”... después suena el himno de la Champions. Volvamos a los números:
Diego jugó 135 minutos, de los 3 mil 420 que disputó en la última temporada el Betis, apenas 4 por ciento. Los primeros siete partidos no los jugó por lesión, en otras 20 jornadas le tocó ir a la banca, y en cuatro más ni siquiera fue convocado por Pellegrini.
Saltó de titular en una de 38 jornadas jugadas. Una absoluta nulidad.
#NETASextras
Un ejemplo más: prefirieron convocar a Marcelo Flores que a Javier Hernández. El primero no ha jugado un minuto en la primera división inglesa; el segundo es el máximo goleador de la Selección Nacional. Martino es un impresentable, un carente de vergüenza, un obediente. Que no queden dudas de ello.
Columnista: Pali PlascenciaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0