Muristek
López Obrador busca heredar la alianza con el Narco en 2024.
P. Muñoz Ledo
Conocí los intríngulis de las elecciones cuando era adolescente; un amigo era hijo de un presidente municipal de provincia y en su casa su mamá nos contaba con detalle las maniobras que hacían para llevar los votos escondidos en el rebozo el día de las votaciones; eso sucedía hace 70 años y sucede ahora. Durante mucho tiempo, las elecciones las organizó el gobierno (con la Comisión Federal Electoral), pero en 1990 se creó el Instituto Federal Electoral y en 1996 pudo lograr su total autonomía, aunque siempre habrá intentos de lesionarlo, empequeñecerlo o eliminarlo, como lo hemos comprobado en estos años.
Hoy se celebrarán elecciones en seis estados de la República en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas los ciudadanos emitirán su voto para gobernadores y presidentes municipales; el Instituto Nacional Electoral ha hecho su trabajo, pero todo ocurre en un clima preocupante por la presencia del crimen organizado y la corrupción que eso conlleva en los comicios.
Esto ya se había mencionado y con creciente insistencia, tanto a nivel local como internacional se habla de la corrupción reinante en el país; de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico OCDE, en el G20, México es el país peor evaluado y ocupa la posición 18 de 19 países con más corrupción
Por su parte, la Iniciativa Global en contra del Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC) que analiza mercados criminales, señala que México ocupa el cuarto lugar en criminalidad, con una puntuación de 7.54 y más de 150 grupos criminales conocidos.
No necesitamos datos internacionales para saber que la corrupción está infiltrada en todos los niveles y que se documenta la participación de los narcos en las elecciones; diversos analistas locales: Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Mexicanos frente a la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la empresa TResearch de Carlos Penna, y otros confirman que la corrupción y la presencia del narco son una realidad inobjetable.
Pero lo más preocupante es que nunca en la historia de México habíamos visto y vivido la especial relación del señor Presidente con los narcos; de entrada, decidió y señaló públicamente que no los perseguiría nunca “Abrazos ,no balazos” fue su lema (y será su karma); insistente, se niega a combatirlos y detenerlos, porque “los delincuentes también son seres humanos” , y no es necesario insistir en el significado de la liberación del hijo de El Chapo Guzmán, el encuentro y el saludo a la madre de ese delincuente, y ahora la visita al Triángulo Dorado, cuna del narcotráfico y territorio bajo el mando del narco (como lo tuvieron que sufrir los periodistas que iban a documentar la visita del señor Presidente a Badiraguato). Yo no soy investigador ni tengo documentos sobre las alianzas de las que habla Porfirio Muñoz Ledo, pero si quien parece ganso, habla como ganso, protege a un gansito, saluda a la mamá del ganso, visita y protege a los gansos, saque usted sus conclusiones.
Y para los comicios de hoy, yo he sabido de personas conocidas a las que los “servidores de la nación” ofrecieron 3,500 pesos si entregaban su INE; además, las amenazas, intimidación, secuestro y aun muertes están documentadas ampliamente y confirman que esta será una narcoelección.
La misión fundamental de un gobernante es proteger a sus ciudadanos, cumplir y hacer valer la ley, y en estos dos rubros ha fallado totalmente; por eso es urgente que todos alcemos la voz una y otra vez para denunciar lo que está ocurriendo a ojos vistas; no podemos ser indiferentes ante la instauración progresiva de una dictadura protegida por los narcos y oculta tras las mentiras cotidianas en Palacio; si no lo hacemos, nuestros hijos y nietos nos lo demandarán.
Columnista: Rafael Álvarez CorderoImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0