Si cualquiera le echa un vistazo al currículum de Steve Kerr, concluirá que su vida es el basquetbol y sólo el basquetbol. Como jugador fue tricampeón con los Toros de Chicago de Michael Jordan y alzó dos veces más el título con los Spurs de San Antonio. Desde 2014 es entrenador de los Guerreros de Golden State, a los que ha guiado al campeonato de la NBA en tres ocasiones, con posibilidad de un cuarto anillo a partir de la semana que entra. Se ha desempeñado, además, como gerente general de los Soles de Phoenix e involucrado con la selección de Estados Unidos.
Sin embargo, el martes, Steve Kerr ofreció una conferencia de prensa distinta. No quiso hablar del juego, sino de lo importante: la matanza en una primaria de Uvalde, Texas.
“No voy a hablar de basquetbol. Nada ha pasado con nuestro equipo en las últimas seis horas. Vamos a empezar de la misma manera esta noche (contra los Mavericks de Dallas). Cualquier pregunta sobre basquetbol no importa… Desde que terminamos la práctica 14 niños fueron asesinados a 400 millas de aquí, y una maestra”. Finalmente, 19 niños y dos adultos perdieron la vida en una noticia terrible que en pocos minutos le dio la vuelta al mundo.
A punto del llanto, Kerr recordó los tiroteos recientes en la unión americana.
“¡Cuándo vamos a hacer algo! Estoy cansado de ofrecer condolencias a las familias devastadas. Estoy cansado de los momentos de silencio. Es suficiente... Así que pregunto a los senadores que se niegan a hacer algo con respecto a la violencia, los tiroteos en las escuelas y los tiroteos en los supermercados: ¿Van a anteponer su deseo de poder encima de las vidas de nuestros hijos, nuestros adultos mayores y nuestros feligreses? Eso es lo que parece. Eso es lo que hacemos todas las semanas. Estoy harto. Ya tuve suficiente. No podemos volvernos insensibles. No podemos sentarnos aquí y simplemente leer sobre esto y decir: ‘Guardemos un momento de silencio’”.
Los entrenadores de cualquier deporte profesional adquieren una altísima responsabilidad con jovencitos de 17, 20, 22 años, la mayoría millonarios precoces que, asimismo, procuran, acaso por instinto, a una figura mayor que los “oriente”. Así, los entrenadores adquieren el rol de maestros que pueden llegar al corazón.
Pero el llamado de Steve Kerr provocó una onda expansiva que le salió del alma. Su abuelo, Stanley Kerr, un destacado bioquímico y profesor universitario, ayudó a mujeres y huérfanos tras el genocidio armenio durante la Primera Guerra Mundial, acto que niega el gobierno turco. Asimismo, Malcolm H. Kerr, su padre, fue un académico condecorado por sus estudios de Oriente Medio y asuntos árabes, asesinado en Beirut de dos tiros en la cabeza por un grupo proiraní que se atribuyó el atentado.
A decir de los expertos, las palabras de Steve Kerr tuvieron más reacciones que cualquier propuesta legislativa.
CAJA NEGRA
Murió Eduardo Lizalde (1929-2022), poeta mayor de nuestras letras. Su obra iluminó a un grupo de amigos que nos encarrilamos en el vagón del periodismo. La poesía provee, secretamente, de las mejores armas para ejercer este oficio de desvelos y traiciones. De un tiempo a la fecha, quien esto escribe, como mínimo homenaje a Lizalde, ha utilizado la apostilla o el subtítulo de “Caja negra” para referirse a algún asunto distinto al abordado en este espacio semanal, pues se trata de un poema suyo sobre la visión del mundo: “[…] los secretos más crueles de la felicidad y del dolor/los crímenes imaginarios, heroicos, bucaneros/de los adolescentes incestuosos/la clave de la guerra entre hermanos/punto fino, el solapado origen de toda la tragedia/el ojo mismo para contemplarlos/están todos ahí, en la caja negra/nuestro centro invisible y expansivo/que vibra entre la válvula cardiaca/y el florecido sexo al que servimos con suerte desigual”.
Columnista: Fernando IslasImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 02024-09-21 14:13:19