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Confeccionar la realidad


Link [2022-05-29 14:07:55]



Para nadie es sorpresa ni noticia que ocupe la primera plana, que el actual gobierno mantenga una cerrada lucha por modificar la percepción de la realidad y de la historia, a partir de ideas y pretensiones de lo más anquilosadas. Desde el primer momento en el que López Obrador y su equipo llegaron a ocupar los máximos niveles de poder dentro de la administración pública, se ha observado –con puntualidad– que se intenta crear una narrativa que parte de las raíces prehispánicas hasta culminar con el advenimiento casi místico de la llamada Cuarta Transformación. 

Hay quienes, hace apenas un par de años, señalaban que el uso de palabras del ámbito religioso para referirse a la actual administración era una exageración. Pero la ingenuidad debía ser muy ciega para no darse cuenta de que, desde el mismo nombre del partido oficial, las posibilidades semánticas que se tejían alrededor de todo lo que implica la palabra morena eran un mecanismo que se capitalizaría con creces. Y tampoco es una casualidad que el actual inquilino del Palacio Nacional aproveche toda oportunidad para lanzar un guiño a esa fibra religiosa que caracteriza a la sociedad mexicana, a la cual le habla desde una suerte de púlpito que ha construido diariamente a lo largo de estos años. 

Ya se ha discutido, aunque no lo suficiente, acerca de las piruetas ideológicas que ha esgrimido para referirse a la Conquista española, de la entronización de ciertos personajes que, a fin de cuentas, están ahí como piezas clave para que se intente comprender ese largo y sinuoso camino de nuestro país, que ha tenido la suerte de llegar a la tan esperada Cuarta Transformación –bajo el patrocinio de la gracia divina que, al parecer, también está en el “lado correcto” de la historia. 

Así, el intento por adueñarse del pasado y reinterpretarlo, se ha amalgamado gracias al discurso maniqueo y populista que tanto gusta a una sociedad acostumbrada a un patrioterismo de fuegos artificiales, antojitos y los días feriados. Y que, por supuesto, ha sido víctima de la injusticia, desigualdad y abuso del poder que durante décadas ha caracterizado a todos los gobiernos de nuestro país. Sin quitar de la lista al sexenio que aún le quedan dos años por culminar su etapa transformadora. 

 Por ello, no es extraño que uno de los principales mecanismos en la comunicación gubernamental –es decir, en el discurso presidencial, ¿acaso hay otro?– sea pulir las lentes para observar una realidad, según sus propios criterios, en donde no pueden oponerse a su designio casi teológico. 

Nada puede menoscabar la imagen del actual gobierno, por ello es mejor lanzar una retórica llena de eufemismos, términos ambiguos y tramposos que le permitan justificar cada uno sus decisiones o edulcorar sus equivocaciones. 

Por cierto, no se necesita ser un experto en la materia para darse cuenta de que este gobierno, según dicha línea discursiva, pretende venderse como perfecto e intachable: si algo pone en entredicho al gobierno, de manera rápida y eficaz, ponen a todo el andamiaje del Estado a levantar paredes de información o, simplemente, bastan las palabras de López Obrador para alimentar los “argumentos” de sus seguidores y miembros de su gobierno con la finalidad de modificar la percepción. 

¿Qué el secretario de Gobernación y otros funcionarios federales usaron una aeronave del Ejército para dirigirse a un acto de campaña del partido oficial? Calma, ya la Guardia Nacional ha reservado la información de ese vuelo durante cinco años para no comprometer la “seguridad nacional”. ¡Gracias por la preocupación y garantizar el bienestar de la sociedad! 

 Dos joyas más que hacen patente la creatividad del primer mandatario. Primero, al formular un nombre para rebautizar una zona que se ha vinculado con el crimen organizado, “Triángulo de la gente buena y trabajadora” –de la misma manera que, durante la semana pasada, intentó nombrar de diversas maneras a quienes persiguieron a varios miembros de las Fuerzas Armadas. Y, el segundo ejemplo, celebrar las remesas como un logro extraordinario de su gobierno: caray, ¿alguien en su cabal dimensión podría alegrarse de la cantidad de gente que ha abandonado el país en busca de una oportunidad de vida que no sea la pobreza o el crimen organizado? Sin embargo, López Obrador es capaz de convencer a sus seguidores que la Patagonia es un paradisiaco lugar de Alaska. Así se confecciona la percepción de la realidad en el actual gobierno. 

Columnista: Carlos CarranzaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0

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