Muristek
Con este rimbombante nombre, el Gobierno de la Ciudad de México inauguró recientemente un centro sanitario en el que ofrece tratamientos sin ninguna demostración científica.
En medio de una crisis sanitaria de enormes dimensiones, todavía con casos de covid-19, bajo condiciones que sometieron a todos los sistemas de salud a una presión inédita, con una respuesta gubernamental que hizo lo que pudo, con carencia de insumos médicos básicos, cuya explicación no convence a nadie, un gobierno local decide recurrir a la brujería como respuesta.
Inaceptable por donde se le vea.
Por supuesto, en lo individual, resulta perfectamente válido que cada persona eche mano de cualquier tratamiento para lo que decida, finalmente cada quien tiene libertad de creencia, y la sociedad debe respetar sus decisiones, pero sí es muy distinto hablando de políticas públicas.
Los gobiernos únicamente deben ofrecer servicios respecto de los cuales existan evidencias científicas incuestionables, por el simple hecho de que el dinero que van a ejercer proviene de todos los ciudadanos.
Tenemos todas y todos la obligación de negarnos al uso irracional del dinero público y exigir rendición de cuentas a las y los funcionarios involucrados en hechos tan lamentables.
No puedo dejar de especular respecto de las razones que motivaron dichas decisiones, y me atrevo a lanzar una hipótesis con relación a las intenciones de ganar popularidad con las mayorías y, en caso de ser cierto, resulta no sólo indeseable, sino además detestable y casi delincuencial.
Por supuesto que, a los gobiernos derivados del partido en el poder, la ley es algo que no sólo les molesta, sino que los tiene sin cuidado alguno. Por lo pronto, aprovecho para manifestar el ridículo implícito. Nos urge un cambio de actitud de las autoridades actuales.
El asunto, además, pone de manifiesto una discusión que tampoco han asumido ni gobierno ni legisladores, y es la existencia de una escuela de homeopatía financiada por el gobierno.
No me opongo a que existan opciones de esta índole, pero igualmente no deben ser con dinero público. La homeopatía carece de demostraciones científicas.
No hay ninguna evidencia de su utilidad absolutamente en ningún padecimiento, entonces resulta por completo injustificable.
Columnista: Raymundo Canales de la FuenteImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0