Muristek
Cristian Moreno
Si bien la historia registra a BMW como una marca nacida entre 1913 y 1917, con cambios de nombre y logotipo que fueron consolidando lo que hoy conocemos como Bayerische Motoren Werke, no fue sino hasta el inicio de la primavera de 1929, un 22 de marzo, que la compañía fabricó su primer vehículo de producción en serie, el 3/15, una especie de modelo T que, de hecho, fue producido por varias marcas bajo licencia alrededor del mundo.
De entonces a la fecha miles de cambios y una constante evolución han definido el destino de la firma bávara, sin embargo, el vehículo que hoy tenemos frente a nosotros definitivamente debe ser considerado como uno de los golpes de timón más radicales de los que se tenga registro en este emporio, que sea o no significativo y marque una tendencia ya lo decidirá la historia, pero el iX ya tiene guardado un apartado en el destino de la marca.
Y es que la responsabilidad de este cambio brusco de dirección, en el que el iX ya es un jugador importantísimo para BMW, debe ser atribuida a la carrera por electrificarse, la que hoy corren todas las marcas automotrices alrededor del mundo, pues nadie es ajeno a ella y de una forma o de otra el protagonismo de los mercados europeos y asiáticos, con Estados Unidos tratando de meterse en la competencia, obliga a la firma alemana a tomar medidas drásticas.
La decisión estaba tomada desde hace mucho tiempo y el i3 e i8 deben ser considerados como los abuelitos del iX, pues desde 2011 comenzaron Si bien la historia registra a BMW como una marca nacida entre 1913 y 1917, con cambios de nombre y logotipo que fueron consolidando lo que hoy conocemos como Bayerische Motoren Werke, no fue sino hasta el inicio de la primavera de 1929, un 22 de marzo, que la compañía fabricó su primer vehículo de producción en serie, el 3/15, una especie de modelo T que, de hecho, fue producido por varias marcas bajo licencia alrededor del mundo. De entonces a la fecha miles de cambios y una constante evolución han definido el destino de la firma bávara, sin embargo, el vehículo que hoy tenemos frente a nosotros definitivamente debe ser considerado como uno de los golpes de timón más radicales de los que se tenga registro en este emporio, que sea o no significativo y marque una tendencia ya lo decidirá la historia, pero el iX ya tiene guardado un apartado en el destino de la marca.
Y es que la responsabilidad de este cambio brusco de dirección, en el que el iX ya es un jugador importantísimo para BMW, debe ser atribuida a la carrera por electrificarse, la que hoy corren todas las marcas automotrices alrededor del mundo, pues nadie es ajeno a ella y de una forma o de otra el protagonismo de los mercados europeos y asiáticos, con Estados Unidos tratando de meterse en la competencia, obliga a la firma alemana a tomar medidas drásticas. La decisión estaba tomada desde hace mucho tiempo y el i3 e i8 deben ser considerados como los abuelitos del iX, pues desde 2011 comenzaron Si bien la historia registra a BMW como una marca nacida entre 1913 y 1917, con cambios de nombre y logotipo que fueron consolidando lo que hoy conocemos como Bayerische Motoren Werke, no fue sino hasta el inicio de la primavera de 1929, un 22 de marzo, que la compañía fabricó su primer vehículo de producción en serie, el 3/15, una especie de modelo T que, de hecho, fue producido por varias marcas bajo licencia alrededor del mundo.
De entonces a la fecha miles de cambios y una constante evolución han definido el destino de la firma bávara, sin embargo, el vehículo que hoy tenemos frente a nosotros definitivamente debe ser considerado como uno de los golpes de timón más radicales de los que se tenga registro en este emporio, que sea o no significativo y marque una tendencia ya lo decidirá la historia, pero el iX ya tiene guardado un apartado en el destino de la marca. Y es que la responsabilidad de este cambio brusco de dirección, en el que el iX ya es un jugador importantísimo para BMW, debe ser atribuida a la carrera por electrificarse, la que hoy corren todas las marcas automotrices alrededor del mundo, pues nadie es ajeno a ella y de una forma o de otra el protagonismo de los mercados europeos y asiáticos, con Estados Unidos tratando de meterse en la competencia, obliga a la firma alemana a tomar medidas drásticas. La decisión estaba tomada desde hace mucho tiempo y el i3 e i8 deben ser considerados como los abuelitos del iX, pues desde 2011 comenzaron minimizar las pérdidas de energía. Vaya, en dimensiones pudiéramos ubicarla como la sucesora de una X5, pero no se parece en nada a una X5.
CAMBIA LAS REGLAS DE LA AUTONOMÍA
Una de las quejas que siempre habíamos tenido con los eléctricos era la angustia que nos provocaba el no poderlos llevar más allá de la caseta, sin la preocupación de no saber si regresaríamos o no sanos y salvos, porque, aunque mucho se había avanzado con la autonomía de las baterías, salvo Tesla, JAC y una que otra marca más, casi nadie te garantizaba recorrer más de 500 kilómetros sin empezar a sudar frío con cada acelerón, sin embargo, cuando nos pusimos frente al volante de la iX50 sentimos que lo que estábamos viviendo era una experiencia de ciencia ficción en toda la extensión de la palabra, incluidos los casi 600 kilómetros que nos prometía para recorrer, y hasta 620 km en una de las tres versiones de esta camioneta, que obviamente mucho dependerá de cómo ataques el pedal del acelerador.
Sin miedo ni remordimiento comenzamos a volar al volante de la iX50, la aceleración que nos brindó fue impresionante, justo la que esperábamos de un eléctrico capaz de empujar con 564 libras-pie de torque y poco más de 515 caballos de fuerza, poder suficiente para evaporar los 2,585 kilogramos y llevarlos de cero a cien kilómetros por hora en sólo 4.6 segundos.
La cantidad de electrónica y asistencias es brutal y en muchos casos el vehículo ya es capaz de tomar decisiones por sí mismo, dando pasos firmes hacia la conducción autónoma, que no dopa la diversión, pero que sí te hace saber que en todo momento el auto está monitoreando tus movimientos.
Los materiales en el interior juegan en otra liga y difieren por completo de lo que habitualmente encontrábamos en un BMW, ahora todo trata de ser digital y lucir como si fuera de otra dimensión, llevando los conceptos de lujo a otro nivel, sustituyendo elementos como una palanca de cambios que ya pasó a mejor vida y que fue sustituida por un pedazo de vidrio que ahora sólo sirve para decirle al auto si quieres ir hacia adelante o hacia atrás.
Ésta, definitivamente, es una ventana al futuro, a uno en el que BMW está dispuesto a reinventarse y mostrarnos una nueva cara de cómo quiere ser vista, y podemos decir que sí extrañamos mucho cómo eran las cosas, pero no podemos decir que la experiencia de cómo será nos desagradó, porque en la mudanza algo que BMW no olvidó es esa sensación de hacernos sentir que volamos sin despegar las llantas del asfalto.
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