Muristek
La difusión, ayer, de una fotografía de Adán Augusto López Hernández con el experredista René Bejarano levantó ámpula entre algunos morenistas que creen ver hacia donde se está inclinando el dedo presidencial.
Y es que, en las elecciones del año pasado, el profesor de las ligas se unió al equipo de Claudia Sheinbaum para golpear al senador Ricardo Monreal, con la promesa de arrebatarle la alcaldía Cuauhtémoc y dejarlo sin nada en la Ciudad de México.
El acuerdo era que Morena le cediera la candidatura en Cuauhtémoc a Dolores Padierna, a cambio de que Bejarano pusiera a servicio de Claudia la estructura que el viejo profesor asegura tener en el país, a través del Movimiento Nacional de la Esperanza.
De esta forma, el de las ligas recuperaría una alcaldía importante como la Cuauhtémoc, desde la cual financiaría sus futuras aventuras políticas, al tiempo de echar a Monreal de ese lugar, al que llegó en 2015.
Sheinbaum se desharía de un peligroso adversario político, además de acceder a una estructura que le ayudaría en la promoción de su imagen por el país en su lucha por la candidatura de Morena para 2024.
Pero las cosas fueron completamente al revés: Monreal no solamente anuló a Bejarano y le cerró el paso en Cuauhtémoc —donde Sandra Cuevas le dio una paliza electoral a Lola Padierna—, sino que operó para la oposición en otras alcaldías.
Este resultado, que dejó mal parada a la jefa de Gobierno ante el inquilino de Palacio Nacional, provocó el reclamo de Claudia al de las ligas, quien, a pesar de la derrota, exigía una compensación política.
La relación entre ambos siempre fue complicada, desde 2000, ambos eran cercanos al entonces jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador.
Si alguien tenía duda de que Bejarano le dio la espalda a Claudia, la difusión de esa foto en la Secretaría de Gobernación no deja dudas de hacia dónde se fue a vender el de las ligas.
Lo peor para los claudistas es que, si el marrullero profesor subió la foto a las redes, fue para que todo el mundo tenga claro en qué equipo jugará y generar la percepción de que en la 4T ya eligieron candidato.
Porque Adán Augusto no es tan ingenuo como para dejarse tomar una foto con Bejarano sin esperar que éste no la difundiera, para mandar un mensaje de que sigue vivito y coleando, y que está en el lado correcto.
Por supuesto que el secretario de Gobernación sabía que la foto llegaría a los ojos de toda la 4T y que el Presidente y Sheinbaum tendrían que platicar al respecto, por las dudas internas que desataría entre los morenos.
Pero, más allá de eso, está claro que López Hernández no haría nada que no le autorizara su paisano de Palacio Nacional o, al menos, eso es lo que supondría.
Ojalá que ayer no hayan comido aguacate en el Antiguo Ayuntamiento.
CENTAVITOS
Y hablando del clan de las ligas, ayer se publicó que el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna había sido la herramienta para que la familia se desquitara del caso de los videoescándalos, al encerrar a Rosario Robles en Santa Martha Acatitla y desechar la denuncia del abogado Juan Collado sobre una presunta extorsión de abogados ligados al exconsejero jurídico de la Presidencia. Robles había sido amante de Carlos Ahumada, y Collado, su abogado.
Ayer se publicó que el mismo juez participó en la decisión de inhabilitar a la alcaldesa en Cuauhtémoc, pero la realidad es que, aunque sí fue un Padierna, se trató de su tío Antonio, hermano de Lola. Como quiera, todo queda en la liga familiar.
Columnista: Adrián RuedaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0