Muristek
Hace un año, el 4 de marzo para ser exactos, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana estableció en un informe que en Sinaloa y seis entidades más existía “mayor riesgo de que los aspirantes y candidatos sean cooptados por la delincuencia”.
Se refería a Morelos, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Sinaloa y Jalisco donde hubo elecciones el año pasado.
La secretaria Rosa Icela Rodríguez Velázquez reconoció ese día que en algunas regiones, el crimen designa o intenta designar candidatos, tomando el control de las finanzas, extorsionan y piden moches, diezmos, tanto al gobierno como a proveedores. Admitió que en otros estados “bloquean a candidatos o partidos políticos que no responden a sus intereses”.
En ese informe quedaba más que claro que la delincuencia organizada cuenta con un repertorio variado de acciones para incidir en las elecciones, ya sea mediante estrategias de complicidad o de presiones violentas contra candidatos.
“A más de tres meses de la jornada estamos trabajando para frenar el incremento de estos delitos porque las organizaciones criminales buscan fortalecer su operación mediante la intimidación y el aumento de su influencia política”, aseguró la secretaria; pero no pudieron o no lo hicieron, porque en Sinaloa el narco intervino en el proceso electoral.
Se documentaron los secuestros de políticos, las autoridades de la entidad registraron el robo y la destrucción de material electoral. El Instituto Electoral del Estado de Sinaloa (IEES) reportó que 23 casillas fueron “vandalizadas” en Ahome y Guasave.
La Junta Local del INE reportó que grupos armados robaron 51 urnas de los distritos 1 (del municipio El Fuerte), 3 y 4 (ambos localizados en Los Mochis), y el fiscal Ríos Estavillo precisó que se iniciaron 25 carpetas de investigación por robo de urnas y material electoral en Ahome, Escuinapa y Guasave.
Entre el sábado 5 y el domingo 6 de junio del año pasado, al menos nueve operadores electorales del PRI y de Morena fueron secuestrados (ocho sucedieron en Culiacán y uno más en Badiraguato), todos fueron liberados y localizados con vida, pero ya tenían claro el mensaje del narco.
La candidata priista a la alcaldía de Badiraguato, Guadalupe Iribe Gascón, decidió abandonar la contienda el mismo 6 de junio, porque entre las víctimas “levantadas” estaba su hermano, que fue localizado con vida la noche del domingo con señales de golpes en el cuerpo y con un mensaje de amenaza.
Ese mismo domingo (día de la jornada electoral), el crimen organizado “se llevó” a José Alberto Salas, secretario de Organización del PRI estatal en Culiacán, y en Guasave, la regidora de Morena, Martha Yolanda Dagnino Camacho, fue privada de la libertad, quien también fue liberada horas después.
También “se llevaron” a representantes de casilla que fueron liberados después de concluir la jornada electoral.
Éste es el contexto, ésta es la amenaza y la realidad: el crimen organizado opera y presiona con total impunidad.
Por eso, actores políticos, legisladores, cámaras empresariales y analistas han alertado que en la jornada electoral de hoy se enfrenta el riesgo de que la delincuencia interfiera en los resultados, sobre todo en Durango y Tamaulipas.
Por eso suscribo cada una de las palabras de Porfirio Muñoz Ledo –pronunciadas– en la sesión de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos en AL, porque están fundamentadas en hechos:
“Ha aparecido un nuevo actor que no existía en los procesos políticos, que viene a revolucionar lo que entendemos por procesos electorales; participó durante las últimas décadas en terrorismos, en caídas de gobiernos, en lo que se quiera, hasta en Ucrania está ahora; es la participación del narcotráfico en guerras internas (...) Ha aparecido un nuevo rey de la selva que es el narco, porque potencia en dimensiones nunca soñadas, nunca imaginadas, el uso del dinero”.
En su Reporte Electoral, la consultora Integralia prevé dos escenarios: que Morena gane hoy las gubernaturas de Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, y la coalición Va por México obtenga las de Aguascalientes y Durango. El otro es que Morena también sume Durango y la oposición sólo triunfe en Aguascalientes.
En los dos escenarios, además de que la mano del crimen organizado pueda actuar “como agente movilizador o inhibidor del voto en algunas regiones” de Durango y Tamaulipas, la consulta anticipa una judicialización de las contiendas electorales donde haya márgenes estrechos y posibles conflictos postelectorales.
De acuerdo a la investigación de mi compañero Andrés Mendoza, los seis estados que hoy tienen elecciones están entre los que este año registran más secuestros, robos de todo tipo, extorsiones y narcomenudeo, delitos vinculados con la operación del crimen organizado.
Además, entre los seis concentran casi 10% del total de homicidios a nivel nacional y 15% de los feminicidios, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Y, a pesar de este contexto, la invitación a los ciudadanos de esas entidades es voten con libertad.
Integralia prevé que Morena gane hoy Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas y quizás Durango.
EL NARCO PERMEA VARIOS ESTADOS
Durango, Tamaulipas, Sinaloa y Morelos, entre otros. Columnista: Fabiola Guarneros SaavedraImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0