Muristek
¿Quién hubiera pensado que Ucrania llegaría a un tercer mes de resistencia bajo asedio ruso en todo su territorio?
Desde antes de que iniciara la invasión rusa a Ucrania, los pronósticos no pasaban de 72 horas o una semana completa de resistencia. Los mitos, la historia imperialista-soviética y el potencial militar ruso en imágenes o videos daban por resultado una catastrófica derrota en la capital ucraniana y un cambio de gobierno que estuviera totalmente alineado con los intereses internos-externos del Kremlin.
Los rusos iniciaron una invasión militar confiados y subestimando por completo a un país vecino que para nada tiene un potencial económico o militar como el suyo, pero sí un sentimiento nacional de defensa, soberanía y de no sublevación.
Como lo he comentado en columnas anteriores, el objetivo ruso siempre fue capturar la capital ucraniana lo más rápido posible. Nunca se intentó buscar una segunda fase dentro de la llamada “operación militar especial” o un reagrupamiento en Bielorrusia y el suroeste ruso, después de tener que retirarse de la región de Kiev y el norte ucraniano, a semanas de haber iniciado la guerra.
Al tomar Kiev, paulatinamente hubiera sido más fácil tomar región por región y ciudad por ciudad, pero Rusia calculó mal sus esfuerzos y sus estrategias militares fallaron gracias a errores constantes que hemos visto en tres meses de guerra.
Los rusos vendieron la idea de que invadían Ucrania para desnazificarla, desmilitarizarla y liberarla de los “drogadictos” que gobiernan el país vecino. Los mismos invasores mintieron al declarar que ellos no ocuparían territorios ucranianos y que los mismos ucranianos decidirían su futuro. Es más, mintieron al decir que no invadirían Ucrania.
Ante esto, queda claro que Rusia miente para lograr sus objetivos dentro de Ucrania, y al no poder lograr capturar Kiev, el objetivo principal se centró en el este, el cual ya era proporcionalmente controlado en los territorios independentistas de Lugansk y Donetsk, junto con Crimea en el sureste. Entonces es que llegamos a tres meses de guerra y con un objetivo que es primordial para los rusos.
Por otra parte, es importante decir que la segunda fase militar rusa ha estado cambiando considerablemente en esta última semana, la cual muestra una tendencia favorable hacia los objetivos originales de capturar el este ucraniano “cueste lo que cueste”. Rumores hablan de que el presidente Vladimir Putin se ha envuelto de manera muy cercana en la guerra, como también de que el mismo mandatario ruso toma decisiones importantes de lo que se debe hacer en el Donbás o en las operaciones militares; algo que comandantes o generales deberían hacer, no un jefe de Estado.
Rusia intenta acelerar su avance en el oriente para poder capturar por completo Lugansk y Donetsk. Para esto, ha incrementado el uso de su artillería pesada contra los frentes ucranianos que se encuentran en la zona. Es efectivo, pero muy costoso. Al igual se está fomentando el avance para buscar circundar a las tropas ucranianas que se encuentran en Pasika, Limán, Severodonetsk, Bilohorivka, Bajmut, etcétera. Una presión desde Izium, Svitlodarsk y Popasna.
Llegamos a tres meses de guerra que marcan un paso sólido para los rusos en el este, sureste y sur, pero queda la incógnita de si puedan seguir con ese ritmo acelerado y tengan suficiente logística militar para las próximas semanas.
Ucrania, por su parte, necesita reagruparse, retroceder y replantear su estrategia en el Donbás.
Columnista: Ricardo Ortiz EsquivelImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0