"¡Ay padre Santo!, ¿cómo va a ser justo que mijo haya agarrado ese vicio?, tengo un dolor de corazón al verlo como anda, yo estoy mala de la presión y estoy batallando. Ya van como dos cobijitas que le doy y me las quema, me puede ver como está durmiendo entre la basura", dice entre lágrimas doña Carmela, al recordar que su hijo José, de 34 años "anda todo echado a perder" por su adicción al cristal.
Al hombre lo dejó su esposa y se llevó a sus hijos, luego de que el consumo de dicha sustancia dejara en él notables cambios físicos y efectos cognitivos destructivos. Tiene ansiedad, paranoia, estados de alteración y violencia. José duerme donde lo agarra la noche, la última vez lo hizo en unas tapias y se conforma con que sus padres de la tercera edad "le estén dando la gorda".
Carmela ya no sabe qué hacer o a quien recurrir y su angustia es cada vez mayor, pues desafortunadamente un tratamiento integral que incluye el internamiento para su hijo, result...
Más información -- Urgen a unidad de hospitalización ante alza en consumo de cristal»
2024-09-19 19:16:15