Muristek
El drama de los ruidos molestos y el descontrol en la noche sigue estando entre los reclamos más frecuentes de vecinos que “no pueden pegar un ojo” durante las madrugadas, en los fines de semana. Según las quejas que recibió este diario la situación se viene dando también en el Club Alumni de Los Hornos, en 148 entre 66 y 67. Ayer, un grupo de vecinos se reunió ante la sede de a institución con el objetivo de “volver a dormir” los viernes y sábados, se indicó. Desde el Club aseguran que tienen la habilitación en regla para esos eventos y cuidan que no haya desbordes.
“Esto se viene dando hace unos meses pero las últimas semanas ya es un descontrol total. No tenemos nada en contra de Alumni. Todo lo contrario ya que es una parte importante en nuestra vida social. La cuestión es con quien aparentemente hace los bailes”, dijo Omar, uno de los integrantes del grupo vecinal.
“Hay peleas, revuelo de autos y motos y fundamentalmente está el tema de la música a todo volumen. Como se realizan en la parte del gimnasio tipo polideportivo, con techo de chapas, la acústica está claro que no es la adecuada”, añadió José, otro integrante del grupo.
Según los testimonios que recibió este diario, entre quienes padecen la situación está uno de los vecinos que vive en una casa lindera a Alumni. “No puede dormir y hasta se mueve la pared de la casa, tiembla la pared”, contó una vecina y agregó: “Se quejó con los del baile y hasta le ofrecieron ir a un hotel. No sé si fue una broma para gastarlo o algo real, pero esa no es la solución”.
El grupo de vecinos puntualizó que entre todos acumulan más de 30 denuncias, ya sea en la Comuna -a través de Control Ciudadano- como en la Policía y la Justicia. “Pero hasta ahora no tenemos respuesta”, dijo con tono de fastidio uno de los voceros del grupo.
Qué DICEN DESDE EL CLUB
Daniel Arteca, presidente del Club indicó que, efectivamente, alquilan la sede de 148 entre 66 y 67 para la realización de “bailes familiares”, con organización externa a la institución.
Se realizan, aseguró “una vez por mes” y eso se suma a reuniones para festejos familiares de personas asociadas a la institución, como cumpleaños de 15 y casamientos.
El dirigente reconoció que ya escucharon quejas de dos vecinos. Incluso, se presentaron patrullas del Municipio y hasta tomaron el nivel de sonido. “Nunca tuvimos multas o clausura”, indicó el dirigente. Por otra parte, sostuvo que entre las personas que se manifestaron ayer, “algunos no son del barrio”.
En vista del cuadro y de los problemas que pueden presentarse en la actividad nocturna, aseguró que “algunos integrantes de la comisión directiva se quedan en esos días para controlar que los disc jockey bajen la música y que no haya problemas en la calle”.
Las actividades nocturnas, dijo Arteca, son clave para la vida de Alumni: “El club tiene esta modalidad para poder sostener la institución abierta”, dijo en relación al dinero que aportan los alquileres.
“Es la única forma de sobrevivir y sostener la estructura”, afirmó. No obstante eso, aclaró que la institución tiene “todo” en regla para la actividad nocturna: “Está habilitado para estos eventos por parte de los bomberos, el Reba (registros de expendio de bebidas alcohólicas), la Policía, la Municipalidad, se paga Sadaic (derechos de autor de música). Todo como corresponde”, aseguró.
Según describió el presidente, Alumni reúne entre 900 y mil personas entre su masa societaria y quienes practican deportes (menores y mayores).
La lista incluye, el vóley, las bochas, patín, fútbol y disciplinas de combate como taekwondo y kick boxing.
El dinero que llega por los alquileres, indicó Arteca, cubre parte de los costos de esas actividades y “permite tener cuotas accesibles”, para las familias de esa comunidad.
Como todas las instituciones quedó prácticamente en pausa dos años por la pandemia y por estos días, buscan cubrir boletas de servicios impagas en ese periodo.
Durante los últimos días, también se sumaron al mapa del ruido las quejas por fiestas nocturnas con música a todo volumen en las inmediaciones 116 bis y 603.