Muristek
Un hombre de 83 años fue encontrado muerto y maniatado en su casa de la localidad bonaerense de Villa Ballester.
Los investigadores creen que podría haber sido víctima de un homicidio en ocasión de robo, aunque hasta el momento no se había identificado a ningún responsable por este hecho.
El crimen se registró en una vivienda ubicada en la calle San Lorenzo, entre Boulevard Ballester y Lacroze, en la zona residencial del partido de San Martín.
De acuerdo a lo informado por voceros policiales, al llegar al lugar los efectivos de seguridad encontraron a un hombre fallecido, al que identificaron como Alfredo Kuchalski, de 83 años, quien se encontraba maniatado.
El anciano vivía en este inmueble junto a una de sus hijas, de 43 años, que tiene Síndrome de Down, y a quien llevaba todas las mañanas a un centro de día ubicado a unas cuatro cuadras del domicilio.
Las fuentes precisaron que como Kuchalski no fue a retirar a su hija a las 16, como era habitual, las autoridades del lugar se comunicaron con la Unidad Policial de Prevención Local (UPPL), cuyos efectivos posteriormente acudieron a su casa y hallaron su cadáver.
En la propiedad se advertía desorden, por lo que la principal hipótesis que estaban manejando durante las primeras horas los investigadores era que el hombre mayor fue víctima de un presunto homicidio en ocasión de robo.
Sin embargo, se aguardaba el resultado de la operación de autopsia que se hará en las próximas horas para determinar si sufrió una muerte violenta.
En la vivienda trabajaron peritos de la Policía Científica y se hizo presente el fiscal Carlos Insaurralde, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial de San Martín, que impartió las directivas tendientes a esclarecer el hecho.
Otro jubilado asesinado
Este crimen se asemeja al de Luciano Sinecio Rejala, de 64 años, que ocurrió hace tan solo una semana: el cadáver del jubilado también fue encontrado atado en su casa, pero que en este caso está ubicada en la localidad bonaerense de González Catán, partido de La Matanza.
Al ingresar a la propiedad, los oficiales encontraron a Rejala en la habitación principal. Estaba tirado en el suelo boca abajo, sin signos vitales, con las piernas que habían sido atadas con una chalina y con el cable de una zapatilla eléctrica; mientras que en la boca tenía anudada una remera.