Muristek
El joven de 27 años que se encontraba desaparecido desde hace varios días en La Plata y, cuyo denuncia de paradero había sido formulada por la familia, se presentó en la fiscalía del doctor Juan Menucci para dar señales de vida y se volvió a ir sin estar obligado a decir hacia qué lugar o destino y ni siquiera darle aviso a sus allegados.
Sin la presencia de abogados ni requerimientos judiciales en su contra, al margen de las denuncias sobre las presuntas estafas que habría cometido con decenas de personas, muchas de ellas a través de las redes sociales, la Justicia constató que L.T., ahora llamado “Cositorto platense”, estaba en perfecto estado de salud, inició las actuaciones de rigor y dio por cerrada la búsqueda.
De acuerdo a lo que pudo saber este diario, su presencia en el edificio de la calle 7 entre 56 y 57 pasó totalmente inadvertida.
Fuentes del caso mencionaron que “se manejó con mucho sigilo para que su aparición se notara lo menos posible”.
“Seguro que se enteró de que hay personas que lo estaban buscando y quiso resguardar su seguridad”, agregaron.
Después de la fiscalía, agregaron los mismos voceros, tuvo que pasar por la sede de la DDI local para completar el reconocimiento médico legal y, a su término, quedó en libertad de acción.
Respecto de las maniobras que se le endilgan, por cifras millonarias a través del manejo de sumas de dinero, que le tenían que dejar a los aportantes suculentas ganancias, los especialistas consultados por EL DIA no quisieron emitir juicio de valor por anticipado, aunque advirtieron que, de ser cierto lo que se denuncia, que primero debe ser probado, estaría faltando un requisito esencial para la configuración de la figura típica de la estafa o defraudación, ya que el ámbito donde se perfeccionó el negocio o el contrato entre partes es totalmente ilegal.
“Quién puede venir a decir que lo estafaron, si por voluntad propia colocó dinero en algo que está fuera de las normativas vigentes en materia financiera”, destacó un informante.